Los directivos deben tomar conciencia digital e invertir en innovación y automatización para que sus empresas sigan siendo relevantes en el futuro. Para que una estrategia digital tenga impacto, es esencial decir adiós a las estructuras jerárquicas y apostar por enfoques más colaborativos entre los equipos de TI y de dirección.
El 84% de los responsables de TI siente estar bajo la presión de cumplir con las estrategias de transformación digital y el 90% de las organizaciones reconoce que tener un enfoque digital es ahora una necesidad. No obstante, aunque las empresas están creando mejores hábitos y sistemas digitales, ya es necesario dar un paso más y extraer todo el valor de la cultura digital, según se desprende del estudio “From Digital Culture to Value Realisation”, elaborado por IDC para Nutanix.
Al igual que la gestión de los datos y la innovación, el traducir las inversiones digitales en ingresos es otra de las principales prioridades de las empresas en la región EMEA. En este sentido, aunque más del 64% de las organizaciones dice tener una estrategia digital, sólo el 3% reconoce que le haya generado nuevas fuentes de ingresos. Parece existir una clara “desconexión” entre el área de negocio, donde el 32% afirma estar ya en una fase de pruebas con sus proyectos digitales, y el de TI, en la que solo el 5% reconoce que sus empresas están desarrollando estrategias digitales para conseguir nuevas fuentes de ingresos.
Además, los encuestados creen que la responsabilidad ya no puede recaer únicamente en el departamento de TI y que debe ser asumida por la dirección de la empresa. Al menos el 47% de las organizaciones afirma que la aprobación de sus iniciativas de transformación digital corresponde a un miembro de la alta dirección que no es el responsable de TI.
La gestión de la nube sigue siendo un reto crucial para las empresas que inician su viaje digital. Por ello, los departamentos financieros están intensificando la aplicación de medidas que ayuden a frenar el gasto y mejorar el uso de las tecnologías cloud. Así, el 77% ha rediseñado los procesos de compra para permitir modelos de pago por uso, el 58% ha racionalizado el gasto en recursos externos de la nube, y más del 55% ha reducido activamente los costes de los sistemas “on-premise” tradicionales.
«Los clientes ya no sólo quieren soluciones de infraestructura que les ayuden a reducir los costes hoy. Demandan soluciones que les ofrezcan la flexibilidad necesaria para trabajar en múltiples entornos de nube híbrida al tiempo que reducen los costes operativos a largo plazo. Por mucho que la adopción de los modelos Digital-First requiera un cambio cultural, también sigue siendo necesario un cambio tecnológico que permita a las empresas innovar y explorar nuevas fuentes de ingresos», comenta Andrea Siviero, Associate Research Director de IDC. «De cara al futuro, aquellos que inviertan en las personas, innoven en los datos y automaticen los procesos, habrán construido los pilares que necesita la empresa moderna.