Según un estudio llevado a cabo por ESET a directivos de diferentes industrias, el 32% cree que proteger los datos de su organización será la prioridad principal. Pero lo cierto es que muchas empresas no incluyen a la impresoras como punto clave para cuidar el robo de información. Hay una serie de prácticas dirigidas a reforzar esta área.
La seguridad no solo tiene que ver con invertir en costosas herramientas para optimizar la infraestructura de las empresas. La seguridad es también una cuestión de tácticas y sobre todo de prácticas seguras. Esto es clave sobre todo en las empresas, en donde el robo de información es una de las principales preocupaciones de la gerencia.
En mucho casos, la pérdida de información confidencial está asociada a las vulnerabilidades que puedan tener algunos equipos. Las impresoras, por ejemplo, son uno de los dispositivos más vulnerables a ataques. El problema es que, a pesar de esto, muchas organizaciones aún no incluyen dichos equipos como punto clave para cuidar la información. Existen algunas prácticas que se pueden implementar en las empresas para no exponerse a los ciberataques y así evitar el robo de información importante:
No hacer clic en enlaces que resulten sospechosos
A través de enlaces maliciosos, los hackers pueden entrar a la red de la empresa y controlar algún equipo conectado a la misma, como una impresora sin seguridad. Por ejemplo, muchos hackers se valen de artimañas para hacer creer a los usuarios que un documento adjunto en el correo electrónico ha sido escaneado por la impresora de la empresa y que por ende es seguro, pero no es así. Por esta razón es importante que los empleados estén atentos a enlaces que pudieran resultar sospechosos y por ningún motivo hacer clic en ellos.
Cifrar documentos que se envían a imprimir
Otra práctica segura para evitar el robo de información en la oficina es la protección de documentos que se envían a imprimir. Y es que por la impresora circula una gran cantidad de información sensible y confidencial de las empresas. Por ello, una de las mejores alternativas para proteger estos datos es aplicar opciones de cifrado a los documentos. De esta manera solo tendrán acceso a ellos quienes cuenten con la clave.
Utilizar claves de seguridad en las impresoras
Según un estudio de Quocirca, el 70% de las organizaciones ha experimentado una o más brechas de datos accidentales a través de una impresora. Lo peor de todo es que muchos de los casos de robo de información en los espacios de trabajo han sido generados por prácticas negligentes de los empleados, por el desconocimiento de las herramientas de seguridad de las impresoras desde el momento de la instalación del equipo. Esto puede solucionarse con la utilización de claves de seguridad. De esta manera se reducen los riesgos asociados a accidentes, ya que solo los empleados previamente autorizados son los que tendrán acceso a los equipos de impresión.
Mantener actualizado el firmware
Otra de las prácticas seguras que se debe implementar tiene que ver con la actualización del firmware, que es el programa que permite que las impresoras funcionen. Si este se mantiene actualizado es posible evitar a tiempo posibles vulnerabilidades de seguridad. Puede pasar que la impresora sea muy antigua y no disponga de soporte. En ese caso es importante que las empresas las sustituyan lo antes posible por una más segura que permita actualizaciones permanentes del firmware.
Asesorarse con expertos
Si se tienen dudas sobre el funcionamiento de las impresoras y el cómo aplicar ciertas configuraciones de seguridad para mantener la información de la compañía segura, lo mejor es asesorarse con expertos. Es importante que los empleados cuenten con un apoyo de este tipo en caso de que tengan dudas sobre alguna cuestión de seguridad.