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En la próxima década van a expandirse varias tecnologías disruptivas que estimularán la innovación en las organizaciones, a medida que buscan nuevas formas de diferenciación en un panorama cada vez más competitivo. Los expertos han identificado tres tendencias principales que llevarán a las empresas más comprometidas con la innovación a experimentar con estas tecnologías emergentes en los años venideros.

Las tecnologías que se consideraban disruptivas hace tan solo unos años, como la inteligencia artificial o la nube, ya forman parte del día a día de las organizaciones, y en los próximos años van a surgir otras tecnologías que se van a convertir en la punta de lanza de la innovación. Según los expertos, las más destacables serán los el aprendizaje automático cuántico, la inteligencia artificial generativa, la nube soberana, los tokens no fungibles, el cifrado homomórfico y las aplicaciones y redes componibles, aunque hay otras con un gran potencial disruptivo.

Pero como sucede siempre que surgen nuevas tecnologías disruptivas, solo algunos se aventurarán a experimentar con ellas en busca de nuevas fuentes de innovación, y han identificado tres tendencias que impulsarán esta actitud entre las organizaciones. Se trata de la confianza en la ingeniería, el crecimiento acelerado y el cambio esculpido, tres ideas que llevarán a algunos a explorar estos nuevos terrenos en busca de nuevas formas de conseguir ventajas competitivas.

“la innovación tecnológica es un habilitador clave de la diferenciación competitiva y es el catalizador para transformar muchas industrias. Las tecnologías de vanguardia están apareciendo continuamente, desafiando incluso a las organizaciones más innovadoras a mantenerse al día”. Opina que “las organizaciones líderes se apoyarán en las tecnologías emergentes en el Hype Cycle de este año para generar confianza y nuevas oportunidades de crecimiento, en un contexto de cambio estratégico continuo e incertidumbre económica”.

 Las tres tendencias principales que se han identificado como impulsores de la experimentación con estas nuevas tecnologías disruptivas son las siguientes:

Confianza en ingeniería

La confianza también es un factor importante para las organizaciones a la hora de crear innovaciones tecnológicas que proporcionen valor comercial. En este proceso se debe establecer un núcleo base de confianza basado en prácticas e innovaciones de trabajo diseñadas, repetibles, confiables, probadas y escalables. Se pone como ejemplo la situación de desconfianza sobre la protección de los datos y la privacidad que se ha generado a raíz de avance descontrolado de los mercados de tecnología y servicios digitales y en la nube, especialmente por las grandes empresas norteamericanas y asiáticas.

Esto ha llevado a regiones como Europa a endurecer las regulaciones para proteger a los ciudadanos y las empresas, garantizando la soberanía de sus datos y un mayor control sobre el uso que se hace de ellos, y se ha generado un clima de desconfianza que perjudica la innovación. Por ello, creen que es necesario construir una nueva base de confianza tecnológica, que se logrará a través de tecnologías como la nube soberana, los tokens no fungibles (NFT), la legislación legible por máquina, la identidad y las finanzas descentralizadas, el cifrado homomórfico, la gestión activa de metadatos, los nuevos tejidos de datos, los centros de incidentes en tiempo real y las aplicaciones de comunicaciones para empleados.

Acelerar el crecimiento

Tras haber construido una base de confianza para impulsar el negocio, sucederá una etapa de recuperación y de crecimiento, n la que las organizaciones necesitarán equilibrar de nuevo el riesgo tecnológico con el riesgo empresarial, garantizando que se pueden alcanzar los objetivos a corto plazo. Y opinan que una vez que se haya ampliado ese núcleo impulsado por la innovación, se logrará incrementar la entrega y el valor a través de un crecimiento acelerado.

En este sentido, creen que hay ciertas tendencias y tecnologías emergentes que tendrán un papel crucial, como la inteligencia generativa, la nube industrial, la multiexperiencia, la innovación impulsada por IA, el aprendizaje automático cuántico y los humanos digitales. De ellas, destacan el papel que tendrá la inteligencia generativa en industrias como la farmacéutica, donde ya se ha comenzado a utilizar para reducir los costos y el tiempo dedicado a la investigación de fármacos. Y pronostican que, para el año 2025, más del 30% de los nuevos medicamentos y materiales se habrán descubierto gracias al uso de técnicas de IA generativa.

Esculpir el cambio

Los procesos de cambio mal gestionados pueden acabar siendo destructivos, dado que muchas veces se producen de forma caótica, pero es posible aprovechar las nuevas tecnologías para, como define, “esculpir el cambio”, anticipando y autoajustando los procesos y las necesidades de cambio poniendo cierto orden en ese caos. Consideran que en este ámbito tendrán un papel muy importante las aplicaciones empresariales componibles, que permitirán una mejor combinación de las experiencias de las aplicaciones en un contexto de operaciones empresariales en constante cambio.

Explican que el negocio componible, basado en tecnología de aplicaciones componibles y construido con un pensamiento componible, permite a las organizaciones reconocer y explotar mejora las nuevas oportunidades comerciales que surgen del cambio. Y también responder a las posibles interrupciones imprevistas a la vez que satisfacer las necesidades cambiantes de los clientes a su ritmo, manteniendo su lealtad.

Por último, los expertos afirman que las organizaciones que quieren esculpir el cambio deberían considerar ciertas tecnologías que les serán de mucha ayuda. Principalmente, las aplicaciones y las redes componibles, el diseño aumentado con inteligencia artificial, la ingeniería de software aumentada con IA, la inteligencia artificial basada en la física, la ingeniería de influencia, las herramientas de conducción de plataformas digitales, las redes de datos con nombre y las aplicaciones autointegrables.

Fuente: IT User